top of page

Firme estoy en mis convicciones. Mujer he nacido y me he criado. Como ella vivo, así me planto. Muchas son las palabras que ya he dicho. No lloro, no sonrío. Mis ojos como mis curvas ya no se inmutan a tu mirada…

 

Somos por naturaleza un ser de palabras y lágrimas. Por el lenguaje intentamos explicar, conciliar y hacernos entender. Hoy quiero que logremos una mirada fuerte a situaciones o personas que deben resolverse. Ya lo hemos pensado y ya lo hemos llorado. ¿Hasta cuándo? 

 

Con una paleta alta y en un uso desenfrenado del color, con personajes que cuestionan la realidad, les presento esta muestra de mujeres sin lágrimas, donde con una seriedad y fuerza de antaño considerada casi de exclusividad masculina, logran la sabiduría de hacerse respetar. Puede parecer la obra algo divertido, pero el mensaje de fondo es fuerte. Es un mirarse a sí misma, a los demás, una lectura de situaciones que se viven en este mundo, una comprensión  de la observación, una lucha sin armas en pro de la mujer. Gritando de una forma silenciosa pero a la vez con una gran fuerza vital, “Ojos que hablan, bocas que callan” es una muestra donde deseo hacer honor a la condición hermosa pero aún difícil de ser mujer en este mundo.

 

Marisa Bernotti

MATT WHITBY

P H O T O G R A P H Y

ABOUT ME

Ojos que hablan bocas que callan

 

Reunidas ellas en círculo. Sentada yo en un extremo las observé por un largo rato. ¿Qué quieren decirme? ¿Qué tienen? Entorné la mirada y sentí  como cada una se había enjugado las lágrimas, sus ojos me hablaban mientras sus bocas seguían calladas.

 

“La del tocado blanco”, un poco insegura, decidió seguir en la fiesta. “La de la croquiñol”, o mujer heladera, parece apacible, tranquila, moderna, joven. “Un ojo verde y otro azulado” me miró de manera penetrante, su boca calla pero en ella se leen sus palabras. “Barajando” parece una mano fea pero corta y da de vuelta, sigue jugando. “Zapatitos negros”, fondo verde, pisada firme. “La del pelo al viento” se está mojando, ya su rostro lo ha aceptado, la libertad la está refrescando. “Mellizas” en su complicidad de almas hermanas, pueden no estar de acuerdo, pero juntas siempre. “La de la playa”, no está triste, está sudando. “La niña de las dos colitas” y “la niña del flota flota”, pequeñas, ¿ya están escuchando? ¿O es que no se escucha nada?, “La Bruja”, ha estallado y en perro lo ha transformado. “De la locura a la apatía solo hace falta una mentira”, te entiendo. “Ya no te espero”, paciencia, ¿hasta cuándo seguir esperando?, “Susto bebé”, a mis hijas no les gusta pero alguien tiene que hacer el trabajo feo. “Las cuatro reinas”, es que las joyas no me interesan. “Se fue para Nueva York”, 23 amigas en un alma, millones en una condición. “Noche estrellada, de Bernotti”, en honor a un loco, un grande. No era necesario, pero me encantó que por ella te cortaras tu oreja. 

 

bottom of page